Pensamiento Sistémico

Pensamiento Sistémico

En multitud de culturas ancestrales se habla del “mundo invisible”, ese mundo paralelo a nuestra realidad diaria que no es visible por nuestros principales sentidos. En este mundo invisible se encuentra el pensamiento sistémico, una realidad que “no podemos ver” con nuestros ojos pero que es percibido mediante nuestro cuerpo.

Nuestro cuerpo es un sistema biológico en continuo desarrollo desde hace millones de años, no solo desde la aparición del Homo Sapiens, no desde la creación de las primeras células, si no, desde ese polvo de estrellas en suspensión que es el Universo. Observar y entender esto, es observar y entender el mundo desde un pensamiento sistémico.

Esta simple pero compleja idea puede que sea sobrecogedora y hasta paralizante, ya que nos lleva a un vasto campo de preguntas y posibilidades que nuestra mente no puede asumir.

Pero a la vez es un punto de inicio para entender que somos parte de un sistema de creación complejo que el ser humano ha intentado entender y explicar desde sus inicios.

Con este artículo no intento explicar la Verdad de la Vida, si no, abrir puertas de entendimiento y conciencia de tu potencial como ser vivo de esta Tierra.

Las religiones han intentado explicar este factor mediante historias y creencias, a veces interpretadas, otras de forma literal, a veces con buenas intenciones y otras en forma de control. Pero como he comentado anteriormente, mi intención no es juzgar o comparar.

Estamos en un mundo cambiante y hoy nos encontramos en un paradigma de hiperconexión e hiperinformación. Es por ello que hoy día necesitamos otras formas de interpretar, entender e interactuar con la Realidad, y es aquí donde el pensamiento sistémico tiene mucho que aportar.

Así que te invito a leer estas palabras en un estado abierto y más allá de tus creencias y condicionamientos.

Como especie hemos creado un pensamiento y una realidad en la que creemos que podemos dominar, entender y controlar a nuestro antojo. Este factor es una necesidad de nuestra mente, una estrategia de supervivencia para esta, ya que, si no, tenemos miedo de entrar en un estado de pérdida de control y paranoia.

Como estas culturas ancestrales han intentado explicar, vivimos en una realidad en la que vemos y entendemos tan solo un 1%, mientras que el 99% restante es un entramado complejo de energías en un constante ensamblaje de situaciones del pasado y de las posibilidades del futuro.

Entre estos dos movimientos existe un tercer estado que es el llamado Presente, el aquí y ahora. Para poder vivir este estado presente necesitamos sanar nuestras experiencias pasadas y a la vez estar abiertos a las posibilidades infinitas del futuro.

Es aquí donde entra el pensamiento sistémico, un espacio en el momento presente donde puedes observar y transformar los estados pasados de traumas y heridas en las cuales te has quedado atrapado, ya sean en tu propia infancia como en aspectos intergeneracionales de tus antepasados del árbol genealógico; y así empezar un nuevo movimiento hacia las posibilidades futuras desde otro lugar dentro de tí.

Como he comentado anteriormente, vivimos en una realidad compleja que está interconectada a muchos niveles. Desde nuestra experiencia vital personal, familiar y clan, nuestro pueblo o ciudad, grupos sociales, cultural, histórica, país, continente, planeta e incluso el Universo en sí.

Pero de nuevo, mi intención es facilitar esta comprensión mediante el pensamiento sistémico, y tal vez entrar en todas estas dimensiones haga sentirte sobrepasado y que tu mente se cierre y no quiera seguir leyendo.

Para proseguir con esta intención de estar abierto a nuevos entendimiento e integración de este momento que vivimos, quiero hablarte de los tres principios sistémicos que nos proponen las Constelaciones Familiares.

Antes de proseguir te animo también a abrirte a investigar por tu cuenta y cuestionar todas estas informaciones.

Bajo las investigaciones y experiencias de Bert Hellinger, creador del concepto de las Constelaciones Familiares, basado en un pensamiento sistémico, lo primero que necesitas entender es que todos los movimientos vitales están movidos por el Amor.

Podríamos definir el Amor como un movimiento, una energía que va más allá de una comprensión mental. Es un estado, a veces efímero, otras veces prolongado en el tiempo, el cual podemos sentir des del corazón. No es algo a entender, es algo que se siente, como un movimiento de expansión.

Es por ello que hasta las acciones que parecen atroces en el fondo tienen que ver con esta búsqueda del Amor: a ser amado, reconocido, visto. Todos los movimientos, pensamientos y acciones están, en el fondo, basados en esta búsqueda del Amor.

Si este Amor no es sentido, es entonces que se empiezan a crear estrategias y estructuras para “encontrarlo”. Es entonces, cuando aparecen todos estos otros estados de frustración, rabia, pena, tristeza y esquizofrenia que llevan a crear relaciones y acciones egoístas y de lucha con el otro, para así recibir ese Amor que “mereces”.

Si entendemos este Amor como una energía, este no se crea ni se destruye, sino que se transforma. El Amor Es, está ahí siempre, como el aire que respiras y que necesitas transformar para poderlo integrar en ti.

Es por ello que es importante entender lo que Bert Hellinger llama las órdenes del Amor. Transformar la manera que tenemos de entender y gestionar el Amor que nos rodea y que todo lo crea.

Para ello se necesita tener en cuenta los tres principios sistémicos de la Pertenencia, el Orden y el Dar & Tomar.

No siempre es fácil estar en un estado de Amor, ¿estás ahora mismo en este estado de Amor? ¿estás abierto a esa sensación interna de expansión en tu pecho? o ¿estás en tu mente comparando y juzgando?

Estos tres principios del pensamiento sistémico abren una senda, un camino por el cual andar y entender este estado de Amor.

1er PRINCIPIO: PERTENENCIA

La etimología de pertenecer es “extenderse a”. Entendido en el ser humano es extender el Ser más allá de uno mismo, o, dicho de otra manera, no existo si no soy visto.

Consciente o inconscientemente esto es lo que buscas desde un principio, ser visto por tus padres, familia, personas cercanas, pareja, sociedad, por el mundo. Es por ello que siempre vas a buscar pertenecer a un grupo, ya sea político, deportivo, ideológico, etc.

No sentirte perteneciente es no ser visto, es no existir y vas a hacer todo lo posible para ser reconocido y valorado por lo que eres.

Necesitas entender que ya perteneces des del momento en que naces, ya perteneces a la Vida, al Mundo, a tus padres que te han gestado, que perteneces a la Naturaleza y al resto de seres humanos; al colectivo.

Quédate en esta sensación, siente lo que es ser visto y reconocido como ser vivo. Esta sensación es sentirse en casa, en el hogar, en el cuerpo, en el Ser. Esto es lo que podemos llamar la Existencia, el no estar Solo.

Si por lo que sea, un trauma, una mala experiencia o vivir en un ambiente donde las demás personas son percibidas como ausentes, será cuando empezarás a sentirte distanciado, en soledad y hasta excluido.

Estas sensaciones, al desarrollarse y quedarte atrapada en ellas se empiezan a manifestar como estados de depresión, angustia, desesperación y ansiedad que a la vez te pueden llevar a estados de enfermedades tanto físicas como psicológicas.

Sentir que perteneces es sentirte seguro y confiado y a la vez te ayuda a extenderte más allá de tus propios límites internos y externos. Un estado mediante el cual puedes empezar a expresarte sin miedo a ser juzgado, excluido o atacado.

Cuando pertenezco y soy visto, existo, y así me puedo expresar tal y como soy.

2º PRINCIPIO: ORDEN

El significado de orden es “el funcionamiento correcto de algo, en especial armonía en las relaciones humanas dentro de una colectividad”.

El ser humano es un ser social por naturaleza debido a nuestro cerebro mamífero. Necesitamos estar en contacto con otros, relacionarnos para subsistir.

Biológicamente el ser humano ha sido una especie débil físicamente en comparación con las demás especies que poblaban la Tierra, y fue gracias a la unión y organización con los demás homo sapiens que hemos podido sobrevivir y prosperar como especie.

Pero además para que podamos prosperar en grupos numerosos y sociedades de manera armónica necesitamos tener cierto orden. Como especie hemos desarrollado con más o menos éxito diferentes tipos de órdenes sociales.

Pero existen ciertos órdenes básicos que son necesarios tener en cuenta por su importancia, como lo es el orden de entrada en un sistema.

Por ejemplo, una madre tendrá un orden primario a la hija ya que se necesita de la primera para que exista la segunda, pero a la vez en este sistema familiar la abuela será aún más importante ya que gracias a esta última pueden existir las dos siguientes. Por tanto, es importante dentro del sistema familiar darle el lugar de importancia que le corresponde a cada una, y por ello, la abuela siempre será más relevante porque gracias a ella tanto la hija como la nieta podrán existir y formar parte del sistema familiar; además de que la abuela siempre tendrá una experiencia mayor, por edad, que las dos siguientes.

Así que es importante tener en cuenta el reconocer y honrar el orden de entrada de las personas en los distintos sistemas, en caso de que este orden se altere o no sea reconocido como debe, el sistema empezará a entrar en desarmonía hasta que los miembros de este grupo no devuelvan o reconozcan el lugar que le pertenece a cada uno.

Es por ello que en las culturas antiguas siempre se les ha dado un lugar importante a los ancestros, siendo reconocidos y recordados como dadores de vida, ya que gracias a ellos existimos, sin ellos no estaríamos aquí.

Es gracias al reconocimiento y honor hacia tus antepasados que puedes reconocer y honrar tu propio poder personal y tu propia esencia. Gracias a ellos estás vivo y gracias a ellos eres la persona que eres hoy en día.

En muchos casos, por abusos de poder, sentimientos de exclusión o por falta de reconocimiento, un elemento del sistema, un hijo, puede pensar o sentirse superior a su padre, basándose en el uso de un mayor conocimiento académico o un puesto más importante en un trabajo, y es por ello, que este hijo se creerá en superioridad al padre y con el derecho de ser más importante que este. Pero lo único que está consiguiendo es que el orden dentro de la familia se desarmonice, queriendo tomar responsabilidades que no le corresponden, creando así cada vez más desajustes dentro del sistema.

No estar en orden dentro de un sistema puede hacer sentirte fuera de lugar en los grupos, sentirte atacado por el resto (víctima), estar en un enfrentamiento continuo (verdugo) o querer salvar a los demás tomando responsabilidades que no te pertenecen (salvador).

Todo esto puede llevarte a querer tener un control excesivo, una moralidad limitante o una esquizofrenia frente a las decisiones.

Saber y reconocer el lugar que te pertenece dentro de cada sistema es de vital importancia para tu propia subsistencia y bienestar, en caso contrario será muy difícil poder estar conectado a tu propio poder personal.

3er PRINCIPIO: DAR & TOMAR

Estos dos son movimientos opuestos de una misma energía, que a la vez, crean un ciclo infinito y que necesitan estar en equilibrio de forma que puedan sentirse de manera armónica en tu interior.

Estos movimientos son como la vida y la muerte, como la expansión y la retracción. Recibes alimento y energía, entonces puedes dar acciones y trabajo; recibes amor y cuidado, entonces puedes cuidar a los demás.

En muchos casos a causa de traumas, accidentes, desengaños, etc. puede que este frágil equilibrio se rompa desde una edad temprana. Es entonces cuando puede ocurrir que aparezcan miedos a recibir o dar, ya sea en un plano emocional, físico o mental.

Si siempre estás dando acabarás exhausto, si siempre estás tomando al final los demás elementos del sistema irán en tu contra. Para crear un equilibrio entre estos dos movimientos debes ser consciente de la posición en la que te encuentras.

Este desequilibrio está sumamente relacionado a los dos principios anteriores y es muy común que se vea reflejado en las relaciones de pareja. Muchas veces este dar y recibir se utiliza como lanza de poder, quién tiene la razón o quién está dando más en la relación.

También se puede ver reflejado en relaciones de trabajo, donde el trabajador deja de estar motivado por que se siente explotado o no recibe el respeto que se merece por parte del jefe o compañeros de profesión.

En estos casos es muy posible que estas relaciones estén envueltas en constantes malos entendidos y peleas por el Poder, y te encuentres creando continuamente estrategias para dejar mal a los demás o ponerte por encima de ellos.

Pregúntate si tienes la sensación de estar constantemente dando o tomando, ya sea en una relación familiar, sentimental o de trabajo. Si sientes que estas dos energías no están en equilibrio pregúntate el porqué. Busca de una manera consciente y profunda por qué estás dando o tomando constantemente.

Normalmente detrás de estas respuestas iniciales se encuentra una sensación de vacío constante que intentas llenar mediante un círculo vicioso de apariencia de dar, de salvar, de queja por no recibir o de sensación de ser constantemente atacado.

En el reconocimiento personal y hacia los demás puedes encontrar el equilibrio entre Dar & Tomar.

El pensamiento sistémico te puede ayudar tener una visión mucho más clara y abierta al funcionamiento de tu ser interno y del mundo externo. Cuando te basas en un pensamiento sistémico no solo entiendes los elementos que forman la vida si no también, y casi más importante, cómo se relacionan entre ellos.