GESTIONAR TUS CAMBIOS VITALES: Resiliencia
Estamos en momentos excepcionales en los que necesitamos más que nunca la resiliencia. Para darnos cuenta de que cada momento vivido ha sido y es excepcional.
Vivir desde la excepcionalidad continua te hace darte cuenta de tus propias mentiras, de tus propias vulnerabilidades, de tus propios miedos.
Uno de los grandes errores que hemos estado cometiendo es dar por sentado todo, cada momento, cada palabra, cada gesto; viviendo como si ya nos merecemos las cosas de antemano, como si todo nos perteneciese.
Y el Miedo no es una película de terror, el miedo no es algo externo, el miedo es una imagen interna, una palabra, es la fractalidad de nosotros mismos como humanos, para sentirnos como un todo, para sentir lo que realmente significa el Amor.
El contrario al Amor no es el odio, el contrario del amor es el miedo. Y es importante aprender a no tener miedo al miedo.
El miedo ha sido y seguirá siendo nuestro compañero de viaje en la vida, gracias a él hemos sobrevivido como especie, nos ha mostrado situaciones que de otra manera nos habrían llevado a la muerte. Un lobo o un tigre a nuestro alrededor, si no hubiéramos tenido miedo es posible que hubiese matado a nuestro antepasado que con el paso de los miles de años en el linaje nos hubiera dado vida.
El miedo es fuente de inspiración, es una alarma interior que nos avisa de que hay algo que necesita ser abordado y transformado. Sin miedo no habría evolución posible, no habría cambios y lo único que no cambia en el Universo es el cambio.
Y estos cambios de hoy son cambios de paradigmas, son cambios de creencias, son cambios de pensamientos, de acciones, de hábitos, de destinos. Hemos obviado el cambio por muchos años, hemos crecido con la idea de no cambiar, de que todo siga estático, con la creencia de que, si cambias algo, por pequeño que sea, entonces irá a peor.
El cambio de paradigma no es algo nuevo, si no, que es algo que ha sido un continuo en la vida, por que la vida es cambio, es evolución.
Por eso me gustaría invitarte a llevar a cabo un ejercicio sistémico sobre los ciclos adaptativos al cambio y la resiliencia.
Este ejercicio está basado en la teoría de la resiliencia. Ser resiliente es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas.
Este ha sido un concepto enfocado sobre todo a los cambios colectivos, pero para que estos se den es importante que el primer cambio sea interno y personal para que luego sea más fácilmente adaptado al cambio grupal.
El patrón de la resiliencia es la lemniscata, el infinito. Como he comentado antes el cambio es un movimiento infinito, algo que se da de forma continua en la evolución, que es el movimiento natural de la vida.
Dentro de este infinito encontramos 4 movimientos, Conservación-Cambio-Reorganización-Crecimiento.
Nuestra sociedad a nivel sistémico ha estado viviendo durante muchos años en la Conservación y ahora hemos entrado en un momento de Cambio. Este cambio, aunque aparezca en la superficie, lleva muchos años entre nosotros, y es ahora cuando parece coger forma.
Este cambio, es un cambio muy profundo, y a muchos niveles: sanitario, ecológico, de pensamiento, emocional, económico…
Este es un ciclo adaptativo de resiliencia de 4 fases por la que estamos transitando continuamente y a muchos niveles diferentes: en nuestra relación personal, de pareja, familiar, social, de trabajo, etc.
Más allá de explicar cada una de las fases me gustaría que te dieses la oportunidad de explorarlos por ti mismo, dándote el tiempo necesario en cada una de estas, así como en los tránsitos entre ellos.
1a FASE. Despliega el ejercicio
Dibuja en el suelo el símbolo del infinito, por ejemplo con una cuerda o con cinta de pintor, escribe en cuatro papeles diferentes cada una de las fases y colócalas como muestra la figura.
2a FASE. Relájate
A partir de este momento es importante que estés atenta a tu cuerpo, puedes tomarte unos minutos para respirar profundamente y aclarar tu mente. La clave de este ejercicio radica en los movimientos y procesos que vives des del cuerpo, más allá de lo que ocurra en tu mente.
Si realizas este ejercicio sentado sin permitir que tu cuerpo se mueva entonces te estarás perdiendo una información muy valiosa y sistémica, ya que solo te estarás enfocando en la información mental.
Transita por la figura de la resiliencia lentamente descubriendo las sensaciones que aparecen a cada paso, aprendiendo a diferenciarlos en cada espacio.
Finalmente quédate en el lugar que más cómoda te sientas. Podrás distinguir esta comodidad por que será el lugar donde tu cuerpo se sienta más relajado.
3a FASE. Observa
Observa dónde te has parado, puede que sea en Conservación o Crecimiento o puede que sea entre dos fases.
No importa el lugar, no hay ninguno que sea mejor o peor, recuerda que aquí estamos explorando fases de un ciclo adaptativo que estamos transitando continuamente, no tiene sentido juzgar o comparar.
La intención es recolectar toda la información posible qué ocurre dentro de ti.
Si en alguno de los pasos sientes sensaciones de bloqueo, dolor o ansiedad céntrate en tu respiración.
4a FASE. Siente
Desde este lugar siente y define el movimiento interno, en que parte del cuerpo ocurre e intenta definirlo lo máximo posible, ¿es expansivo? ¿es retroactivo? ¿se siente como una presión o es ligero?
Desarrolla este punto todo lo posible de manera que empieces a sentirte más conectada con tu cuerpo.
5a FASE. Dejar ir y Tomar
Una vez hayas definido la 4a fase, puedes empezar a realizar las siguientes preguntas.
>¿Cómo vivo mi día a día desde aquí?
>¿Qué recursos y límites encuentro en esta fase?
>¿Cómo me relaciono con las demás fases desde aquí? ¿Qué necesito dejar ir y tomar en esta fase para conectar con las demás fases?
>¿Qué necesito dejar ir y tomar en esta fase para poder continuar el proceso?
También te puedes ayudar de diferentes frases como:
>Ahora te veo
>Ahora te integro
>Gracias por lo que me aportas, ahora tomo la información que me aportas
>Honro y respeto esta fase que habita en mí
Digamos que te encuentras en la Organización, siente cómo lo vives internamente, que sensaciones corporales y movimientos ocurren en tu interior.
Pregúntate si este es el lugar desde donde normalmente actúas en tu propia vida, donde siempre estás intentando organizar todo lo que ocurre en tu día a día.
Recolecta los recursos y límites de esta fase, qué es lo que se te da bien en esta fase, así como lo que te cuesta más.
Observa las demás fases, ¿cómo te relacionas con ellas des del lugar en el que te encuentras? Tal vez ya has podido recolectar alguna información mientras transitabas el Paso 1. ¿Hay alguna fase que te sientas más conectada des de aquí o que sientas rechazo?
Si sientes que ocurre algún tipo de bloqueo puedes utilizar las frases descritas anteriormente. *
Pregúntate que es lo que necesitas dejar ir y que es lo que necesita tomar para poder moverte hacia adelante, puede ser un hábito, una sensación, un miedo…intenta ser lo más específica posible.
Escribe toda esta información en un papel o post-it y déjala en el lugar en el que te encuentras.
Finalmente repite en voz alta aquello que quieras dejar ir y tomar en tu vida en relación a esta fase para poder avanzar hacia delante y continuar con el proceso.
6a FASE. Sigue explorando
Continua con el ejercicio en cada una de las siguientes fases, repitiendo las fases 4 y 5, recolectando toda la información posible.
Permítete hacerte todas las preguntas o frases que vayan surgiendo para así añadir más información a todo este proceso.
7a FASE. Observa
Una vez hayas pasado por todas las fases de la resiliencia y escrita toda la información da unos pasos a un lado y observa desde fuera todo el proceso.
Es en este punto cuando te darás cuenta de lo transformador de este proceso, cuando veas el conjunto de toda la información, no solo escrita en el suelo si no también la sentida en tu cuerpo.
Recuerda no juzgar y mirar este patrón desde la inocencia y la gratitud, gracias a tus estrategias en este tipo de proceso adaptativo eres la persona que eres hoy.
Toma conciencia de cada una de esas respuestas y cambios que necesitas tomar en cada fase para así llevarlas a cabo cada vez que te encuentres de nuevo en ellas.
De esta manera podrás transformar y modificar tus reacciones inconscientes y obtener nuevas posibilidades de gestionar tu vida.